Pararrayos; Terminal aérea: "Los elementos metálicos cuya función es ofrecer un punto de incidencia para recibir la descarga atmosférica."
Un pararrayos, también conocido como pararrayos Franklin o pararrayos de Benjamin Franklin, es un dispositivo diseñado para proteger edificios y estructuras contra los efectos destructivos de los rayos. Su objetivo principal es proporcionar una vía segura para que la electricidad de un rayo llegue a tierra, evitando daños a la estructura y reduciendo el riesgo de incendios, explosiones o lesiones.
Los pararrayos posiblemente constan de tres componentes principales:
Punta captadora: Esta es la parte superior de los pararrayos, que consta de una punta puntiaguda o una serie de puntas dispuestas en un mástil. Su función es atraer y capturar la carga eléctrica de un rayo cuando se acerca a la estructura.
Cable conductor: Desde la punta captadora, se instala un cable conductor que desciende por el costado del edificio hasta alcanzar una toma de tierra adecuada. Este cable proporciona un camino conductivo para que la electricidad del rayo sea llevada de manera segura hacia la tierra.
Toma de tierra: En la base del pararrayos, se conecta el cable conductor a una toma de tierra, que es un sistema diseñado para dispersar la electricidad del rayo en el suelo de manera segura. La toma de tierra suele consistir en varillas o placas metálicas enterradas en el suelo.
Cuando un rayo se acerca a un edificio equipado con un pararrayos, la punta captadora atrae la descarga eléctrica, y el cable conductor proporciona un camino de baja resistencia para que la electricidad viaje hacia la toma de tierra. Al hacerlo, el pararrayos evita que la electricidad del rayo cause daños en la estructura o inicie incendios. En lugar de impactar el edificio, el rayo sigue la ruta del cable conductor hasta dispersarse de manera segura en la toma de tierra.
Es importante destacar que los pararrayos modernos han evolucionado y se han vuelto más efectivos y seguros con el tiempo. Además, los códigos de construcción y las regulaciones de seguridad exigen a menudo la instalación de pararrayos en estructuras elevadas o en áreas propensas a tormentas eléctricas para proteger la vida y la propiedad.