En los entornos industriales, la presencia de sustancias inflamables —como gases, líquidos o polvos combustibles— representa uno de los mayores riesgos para la seguridad. Los incendios industriales no son eventos homogéneos; cada tipo de fuego tiene un comportamiento, una fuente de energía y un nivel de peligrosidad distinto. Comprender las diferencias entre un fuego de piscina, un fuego a chorro o una explosión de polvo no solo permite una mejor respuesta de emergencia, sino que también ayuda a diseñar estrategias de prevención, protección pasiva y control más efectivas.
Este conocimiento es esencial para ingenieros, brigadistas y responsables de seguridad, ya que la rápida identificación del tipo de incendio puede determinar la eficacia de las medidas de contención, evacuación y mitigación de daños humanos, materiales y ambientales.
Descripción: Se genera por la liberación de gas o líquido inflamable bajo presión que, al entrar en contacto con una fuente de ignición, produce una llama intensa y direccional similar a una antorcha.
Ejemplo: Fuga en una línea de gas natural, amoníaco o GLP que se inflama.
Características:
Produce una llama larga, estrecha y de alta energía.
Se orienta en la dirección del chorro presurizado.
Riesgo: El impacto directo de la llama puede provocar el colapso de estructuras metálicas, dañar válvulas, tuberías o equipos, y generar incendios secundarios por conducción térmica.
Descripción: Se presenta cuando un líquido inflamable se derrama y se acumula sobre una superficie plana o dentro de un contenedor abierto, formando una “piscina” de combustible que se inflama.
Ejemplo: Derrame de gasolina o aceite en el suelo que prende fuego.
Características:
Las llamas son planas y se propagan a lo largo del área del derrame.
El combustible proviene de líquidos inflamables, generalmente hidrocarburos.
Riesgo: La radiación térmica puede ser intensa y encender materiales o equipos cercanos, representando un riesgo de propagación rápida.
Descripción: Ocurre cuando una nube de gas o vapor inflamable se mezcla con el aire y se enciende súbitamente, propagándose rápidamente sin generar una explosión significativa.
Ejemplo: Una nube de vapor de gasolina que se enciende sin causar sobrepresión.
Características:
Se desarrolla en segundos y desaparece casi de inmediato.
No genera una onda expansiva, pero sí una intensa radiación térmica.
Riesgo: Exposición breve pero severa al calor, capaz de provocar quemaduras graves en la piel o encender la ropa.
Descripción: Es la explosión de un recipiente presurizado que contiene un líquido por encima de su punto de ebullición. Al romperse el contenedor, el líquido se vaporiza de forma violenta y, si es inflamable, se produce una bola de fuego.
Ejemplo: Un tanque de gas licuado (GLP) expuesto al fuego que colapsa y explota.
Características:
Combina una explosión física con un incendio.
Genera fragmentos de alta velocidad y radiación térmica extrema.
Riesgo: Provoca daños estructurales severos, lesiones mortales por calor y presión, y grandes incendios secundarios.
Descripción: Fenómeno de combustión masiva en forma esférica que ocurre tras la liberación y posterior ignición de gases o líquidos inflamables en el aire.
Ejemplo: La explosión de un tanque de GLP o etileno que libera una enorme bola de fuego visible a gran distancia.
Características:
Gran tamaño y corta duración (de segundos a minutos).
Altamente radiante y peligrosa a distancia considerable.
Riesgo: Su radiación térmica puede causar quemaduras fatales e incendiar estructuras cercanas.
Descripción: Se presenta cuando partículas sólidas combustibles suspendidas en el aire alcanzan una concentración inflamable y se encienden o detonan.
Ejemplos: Polvo de carbón, harina, azúcar, madera o aluminio.
Características:
Ocurre en espacios confinados donde el polvo se dispersa uniformemente.
Puede generar explosiones primarias y secundarias en cadena.
Riesgo: Altamente destructivas en instalaciones industriales, especialmente en silos, molinos y plantas de procesamiento de materiales finos.
El estudio de los diferentes tipos de incendios industriales permite comprender que no todos los eventos de fuego se comportan igual ni requieren las mismas medidas de respuesta. Factores como el tipo de combustible, el estado físico de la sustancia, la presión del sistema y las condiciones del entorno determinan la magnitud del siniestro y su potencial destructivo.
Implementar sistemas de detección adecuados, mantener programas de mantenimiento preventivo, capacitar al personal y aplicar la normatividad vigente —como la NOM-002-STPS-2010 sobre prevención y protección contra incendios— son acciones fundamentales para reducir los riesgos. La prevención, la planificación de emergencias y la respuesta informada son los pilares que garantizan la seguridad en instalaciones donde el fuego puede convertirse, en segundos, en una catástrofe industrial.