La radiación electromagnética es una forma de energía que se propaga a través del espacio en forma de ondas electromagnéticas. Estas ondas consisten en campos eléctricos y campos magnéticos oscilantes que se propagan perpendicularmente entre sí y en la misma dirección de avance de la onda. La radiación electromagnética se caracteriza por su velocidad constante en el vacío, que es la velocidad de la luz, que es aproximadamente 299,792,458 metros por segundo (aproximadamente 186,282 millas por segundo).
El espectro electromagnético es una representación de todas las formas posibles de radiación electromagnética, organizadas según sus frecuencias o longitudes de onda.
Las diversas regiones del espectro electromagnético incluyen:
Radiofrecuencia (RF): Incluye ondas de radio y microondas. Se utilizan para la comunicación inalámbrica, como la radio, la televisión, las comunicaciones móviles y las redes Wi-Fi.
Infrarrojo (IR): Se encuentra justo por debajo del espectro visible y se utiliza en aplicaciones como la calefacción por infrarrojos y la visión nocturna.
Luz visible: La luz que podemos percibir con nuestros ojos se encuentra en el rango del espectro electromagnético que abarca desde el violeta hasta el rojo. Cada color de la luz visible tiene una longitud de onda específica.
Ultravioleta (UV): El UV está justo por encima del espectro visible y se divide en UV-A, UV-B y UV-C, con diferentes niveles de energía. La radiación UV es emitida por el sol y también se utiliza en aplicaciones como la esterilización.
Rayos X: Los rayos X tienen longitudes de onda más cortas y energías más altas que la radiación ultravioleta. Se utilizan en medicina para la obtención de imágenes internas y en la investigación científica.
Rayos gamma: Los rayos gamma son la forma más energética de radiación electromagnética y tienen las longitudes de onda más cortas. Se producen en procesos nucleares y se utilizan en la investigación nuclear y en la radioterapia.
La radiación electromagnética desempeña un papel fundamental en muchos aspectos de la vida moderna, desde la comunicación y la medicina hasta la tecnología de la información y la exploración del espacio. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la exposición excesiva a ciertas formas de radiación electromagnética, como los rayos X y los rayos gamma, puede ser dañina para la salud y debe ser controlada y regulada adecuadamente para garantizar la seguridad.