La radiación es la emisión y propagación de energía en forma de ondas o partículas a través del espacio o de un medio material. La radiación puede tomar muchas formas y se clasifica en función de sus propiedades y características.
Algunos de los tipos más comunes de radiación incluyen:
Radiación electromagnética: Este tipo de radiación incluye ondas electromagnéticas, como la luz visible, la radiación ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. Estas ondas no requieren un medio material para propagarse y pueden viajar a través del vacío.
Radiación nuclear: La radiación nuclear involucra partículas subatómicas liberadas durante procesos nucleares. Los tipos principales de radiación nuclear son alfa (α), beta (β) y gamma (γ). La radiación alfa consiste en núcleos de helio (2 protones y 2 neutrones), la radiación beta incluye electrones (beta negativa) o positrones (beta positiva), y la radiación gamma es una forma de radiación electromagnética altamente energética.
Radiación térmica: También conocida como radiación de cuerpo negro, es la emisión de energía electromagnética por parte de un cuerpo debido a su temperatura. La radiación térmica incluye la luz infrarroja emitida por objetos calientes, como una estufa caliente o el sol.
Radiación cósmica: Proviene del espacio exterior y puede incluir partículas cargadas y radiación electromagnética de fuentes astronómicas, como el sol y otras estrellas, así como la radiación cósmica de fondo, que es un remanente del Big Bang.
Radiación ionizante: Es aquella que tiene suficiente energía para ionizar átomos o moléculas, lo que significa que puede eliminar electrones de átomos y causar daño en células vivas. Los ejemplos de radiación ionizante incluyen los rayos X, los rayos gamma y la radiación alfa y beta.
Radiación no ionizante: A diferencia de la radiación ionizante, no tiene suficiente energía para ionizar átomos o moléculas. Esto incluye la luz visible, las microondas, las ondas de radio y la radiación infrarroja. Aunque no es tan peligroso como la radiación ionizante, la exposición prolongada a algunas formas de radiación no ionizante, como la radiación ultravioleta, puede tener efectos adversos en la salud.
La radiación se encuentra en muchas formas y contextos, y sus efectos pueden variar ampliamente según el tipo y la dosis. La radiación se utiliza en una variedad de aplicaciones, como la medicina (rayos X), la generación de energía (energía nuclear), las telecomunicaciones (ondas de radio), entre otras, pero su uso y exposición deben ser controlados y regulados para garantizar. la seguridad y minimizar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente.