Portador: "al individuo que alberga uno o más microorganismos y que constituye una fuente potencial de infección."
Un "portador de microorganismos" se refiere a una persona o entidad que lleva o alberga microorganismos (como bacterias, virus, hongos u otros patógenos) en su cuerpo o en su entorno, pero que puede no estar enferma ni mostrar síntomas evidentes de infección. Estos microorganismos pueden ser transmitidos a otras personas o superficies, lo que podría dar lugar a la propagación de enfermedades.
Los portadores de microorganismos pueden ser clasificados en dos categorías principales:
Portador asintomático: En este caso, una persona alberga microorganismos en su cuerpo pero no muestra síntomas ni signos de enfermedad. A pesar de esto, pueden seguir siendo contagiosos y transmitir el patógeno a otras personas. Por ejemplo, alguien puede ser portador asintomático del virus del herpes o de bacterias como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).
Portador crónico o persistente: Estos individuos pueden haber tenido una infección en el pasado y, aunque no muestren síntomas activos de la enfermedad, continúan albergando los microorganismos en su cuerpo durante un período prolongado. Algunos ejemplos incluyen portadores crónicos de bacterias como Salmonella o tuberculosis.
La identificación y el seguimiento de los portadores de microorganismos son importantes en el control de enfermedades infecciosas, ya que pueden ser una fuente de transmisión inadvertida. En entornos de atención médica, la detección de portadores asintomáticos puede ser crucial para evitar brotes de enfermedades infecciosas. Además, es fundamental promover prácticas de higiene y prevención, como el lavado de manos y el uso de equipo de protección personal, para reducir la propagación de microorganismos por parte de los portadores.