Fluidos: "sustancias líquidas o gaseosas que, por sus características fisicoquímicas, no tienen forma propia, sino que adoptan la del conducto que las contiene."
Los fluidos son sustancias que pueden fluir o deformarse cuando se someten a fuerzas externas. Se divide en dos categorías principales: líquidos y gases.
A continuación, se describen brevemente ambas categorías:
Líquidos:
Los líquidos son fluidos que tienen una forma definida por su contenedor, pero pueden fluir y cambiar de forma para adaptarse a su entorno.
Tienen una densidad relativamente alta en comparación con los gases y son prácticamente incompresibles.
Los líquidos tienen superficies libres que tienden a ser horizontales debido a la gravedad.
Ejemplos de líquidos comunes incluyen el agua, el aceite, la leche y el alcohol.
Gases:
Los gases son fluidos que tienen la capacidad de expandirse para llenar completamente cualquier contenedor disponible.
No tienen una forma o volumen definido, ya que se adaptan completamente a su entorno.
Los gases son altamente compresibles, lo que significa que se pueden comprimir y expandir fácilmente cambiando su volumen.
Ejemplos de gases comunes incluyen el oxígeno, el nitrógeno, el dióxido de carbono y el hidrógeno.
Los fluidos desempeñan un papel crucial en una variedad de aplicaciones en la vida cotidiana y en diversas industrias, incluyendo la industria química, la ingeniería, la medicina y la meteorología. La mecánica de fluidos es la rama de la física y la ingeniería que se ocupa del estudio del comportamiento de los fluidos y cómo responden a las fuerzas y las condiciones ambientales. Comprender la dinámica de fluidos es esencial en el diseño de sistemas de tuberías, motores, aviones, sistemas de climatización y muchas otras aplicaciones técnicas.