El peróxido de hidrógeno (H₂O₂) es un compuesto químico ampliamente utilizado como desinfectante, agente blanqueador y oxidante en diversas industrias, incluidas la farmacéutica, alimentaria y textil. Aunque es común en concentraciones bajas (como en soluciones al 3% para uso doméstico), las concentraciones industriales (30% o superiores) presentan un riesgo significativo debido a su capacidad oxidante y cáustica.
¿Qué es la DL-50?
La DL-50, o Dosis Letal 50, es una medida utilizada en toxicología que indica la cantidad de una sustancia capaz de causar la muerte al 50% de una población de organismos de prueba en un tiempo determinado. Se expresa en miligramos por kilogramo de peso corporal (mg/kg) y varía según la vía de exposición (oral, dérmica, inhalatoria).
DL-50 del Peróxido de Hidrógeno
La DL-50 del peróxido de hidrógeno varía según la especie animal y la concentración de la sustancia:
Vía Oral (Rata, 35%): Aproximadamente 801 mg/kg.
Vía Dérmica (Conejo, 70%): Aproximadamente 9200 mg/kg.
Vía Inhalatoria: No hay un valor de DL-50 establecido, pero la exposición a aerosoles concentrados puede provocar irritación respiratoria grave y daño pulmonar.
El peróxido de hidrógeno en concentraciones superiores al 30% es altamente corrosivo y puede provocar daños graves al tejido humano, especialmente si se inhala o entra en contacto con la piel o los ojos.
Mecanismos de Toxicidad
El peróxido de hidrógeno ejerce su toxicidad principalmente a través de los siguientes mecanismos:
Formación de Radicales Libres: La descomposición en agua y oxígeno genera especies reactivas que dañan proteínas, lípidos y ADN.
Oxidación Tisular: Provoca daños celulares debido a la liberación de oxígeno activo.
Efecto Cáustico: Las concentraciones elevadas provocan necrosis tisular y quemaduras químicas.
Efectos en la Salud Humana
El contacto con peróxido de hidrógeno puede provocar diversos efectos adversos según la vía de exposición:
Inhalación: Irritación de las vías respiratorias, tos, dificultad para respirar, edema pulmonar y riesgo de daño alveolar.
Contacto Dérmico: Quemaduras químicas, ampollas y necrosis en casos graves.
Contacto Ocular: Lesiones oculares graves que pueden resultar en pérdida de visión.
Ingestión: Dolor abdominal, vómitos, distensión gástrica por liberación de oxígeno y riesgo de perforación intestinal.
Prevención y Control
Para reducir el riesgo asociado al peróxido de hidrógeno, se deben implementar medidas de seguridad adecuadas:
Uso de Equipos de Protección Personal (EPP): Guantes de neopreno, gafas de seguridad y protección respiratoria en áreas con vapores o aerosoles.
Almacenamiento Seguro: Mantener en recipientes resistentes a la corrosión y bien etiquetados.
Capacitación Continua: Formación específica sobre su manejo seguro y protocolos de respuesta ante emergencias.
Normatividad y Regulación
En México, el manejo seguro del peróxido de hidrógeno está regulado bajo la Norma Oficial Mexicana NOM-010-STPS-2014, que establece los límites máximos de exposición ocupacional y las prácticas de seguridad para prevenir riesgos laborales.
Conclusión
El peróxido de hidrógeno es una sustancia química versátil y útil, pero su alta reactividad y capacidad cáustica exigen un manejo riguroso y seguro. La capacitación constante y el cumplimiento de normativas son esenciales para proteger la salud de los trabajadores expuestos.