MANTENIMIENTO PREVENTIVO: "Consiste en programar las intervenciones o cambios de algunos componentes o piezas según intervalos predeterminados de tiempo o espacios regulares (horas de servicio, kilómetros recorridos, toneladas producidas). El objetivo de este tipo de mantenimiento es reducir la probabilidad de avería o pérdida de rendimiento de una máquina o instalación tratando de planificar unas intervenciones que se ajusten al máximo a la vida útil del elemento intervenido."
El mantenimiento preventivo es una estrategia de gestión de activos y equipos que implica la realización de tareas de mantenimiento planificadas de forma regular con el fin de evitar averías, fallos y el desgaste excesivo de los activos. Esta estrategia busca mantener los equipos en buen estado de funcionamiento y prevenir problemas antes de que ocurran, en lugar de esperar a que se produzcan fallas y luego llevar a cabo reparaciones correctivas.
A continuación, se presentan los aspectos clave del mantenimiento preventivo:
Programación regular: El mantenimiento preventivo se basa en un calendario predeterminado en el que se programan inspecciones, revisiones y tareas de mantenimiento. Estas actividades se realizan en intervalos específicos, como diariamente, semanalmente, mensualmente, anualmente, etc., dependiendo de las necesidades del equipo y los fabricantes.
Inspecciones y mantenimiento: Durante las intervenciones programadas, se llevan a cabo inspecciones minuciosas y tareas de mantenimiento. Esto puede incluir la limpieza, la lubricación, el reemplazo de piezas desgastadas, ajustes, calibraciones y otras actividades destinadas a mantener el equipo en óptimas condiciones de funcionamiento.
Documentación: Es fundamental llevar registros detallados de las actividades de mantenimiento preventivo realizadas, lo que incluye fechas, descripción de las tareas, observaciones y cualquier problema detectado. Esta documentación ayuda a mantener un historial del equipo y permite programar futuras tareas de mantenimiento de manera más eficaz.
Reducción de averías: El objetivo principal del mantenimiento preventivo es reducir la probabilidad de que ocurran averías y fallos inesperados. Esto ayuda a evitar costosos tiempos de inactividad no planificados y mantener la producción y las operaciones funcionando de manera constante.
Mayor vida útil de los activos: Al mantener los activos en buen estado de funcionamiento y prevenir el desgaste excesivo, el mantenimiento preventivo puede prolongar la vida útil de los equipos y reducir la necesidad de reemplazarlos con frecuencia.
Seguridad: El mantenimiento preventivo también contribuye a la seguridad en el lugar de trabajo al garantizar que los equipos funcionen de manera segura y eficiente. Se pueden detectar y abordar problemas de seguridad antes de que se conviertan en amenazas graves.
Eficiencia energética: El mantenimiento preventivo puede ayudar a optimizar el rendimiento de los equipos, lo que a menudo se traduce en un consumo de energía más eficiente y, por lo tanto, en ahorros energéticos.
El mantenimiento preventivo es una estrategia esencial para muchas organizaciones, especialmente en industrias donde el tiempo de inactividad de los equipos puede ser costoso o peligroso. Al implementar un programa de mantenimiento preventivo efectivo, las empresas pueden mejorar la confiabilidad de sus activos y reducir los costos a largo plazo.