La "enfermedad cóptica" es un término poco común y específico relacionado con riesgos de salud ocupacional para personas que trabajan con momias, especialmente en contextos arqueológicos y museísticos. Esta condición, también conocida como "pulmón de momia" o "síndrome del polvo de momia", se refiere a problemas de salud derivados de la exposición a materiales biológicos presentes en momias, que pueden incluir esporas de hongos, bacterias, virus y compuestos químicos tóxicos liberados al manipular restos momificados.
La enfermedad cóptica se desarrolla principalmente por la exposición a patógenos que han quedado latentes en las momias. A medida que las momias se deterioran o son manipuladas, pueden liberar contaminantes en el aire, los cuales pueden ser inhalados o entrar en contacto con la piel. Entre los agentes más comunes se encuentran:
Hongos: Las esporas de hongos, como Aspergillus niger y Penicillium, pueden colonizar las momias, especialmente si han estado en ambientes húmedos.
Bacterias y Virus: Aunque muchos microorganismos no sobreviven largos periodos, algunos como Clostridium y Mycobacterium pueden permanecer activos, sobre todo en condiciones de preservación favorables.
Compuestos Químicos: Las momias tratadas con químicos durante su conservación, como mercurio y arsénico, pueden liberar estos compuestos, generando riesgos de intoxicación.
Los síntomas pueden variar dependiendo de la duración y nivel de exposición, así como de la susceptibilidad individual. Entre los principales síntomas se encuentran:
Respiratorios: Tos, disnea, rinitis y síntomas asmáticos. La inhalación de esporas y partículas puede causar reacciones alérgicas o infecciones respiratorias.
Cutáneos: Irritaciones, dermatitis y otras reacciones alérgicas por contacto directo con los contaminantes.
Sistémicos: Fiebre, fatiga y en casos graves, infecciones que pueden requerir tratamiento médico específico.
Dado que la manipulación de momias presenta riesgos únicos, es crucial seguir medidas de seguridad específicas:
Protección Personal: Uso de mascarillas con filtros HEPA, guantes y trajes de protección para minimizar la exposición a aerosoles y contaminantes.
Control Ambiental: Las momias deben ser manipuladas en áreas controladas con ventilación adecuada y equipos de filtración para evitar la acumulación de esporas y partículas en el aire.
Descontaminación y Limpieza: Después de trabajar con momias, los equipos y las áreas de trabajo deben ser debidamente desinfectados.
En México, aunque no existe una normativa específica para la "enfermedad cóptica," la Ley Federal del Trabajo y la NOM-017-STPS-2008, que regula el uso de equipo de protección personal, y la NOM-010-STPS-2014, que establece medidas de prevención para contaminantes químicos, pueden ser aplicables a las actividades que involucran riesgos biológicos y químicos como en el caso de trabajo con momias.