Las unidades de medida fundamentales son las unidades básicas en un sistema de unidades de medida fundamentales y se utilizan para expresar propiedades físicas fundamentales. Estas unidades son independientes y no se derivan de otras unidades de medida. En el Sistema Internacional de Unidades (SI), que es el sistema métrico internacionalmente aceptado, existen siete unidades de medida fundamentales. Estas unidades se utilizan como base para expresar todas las demás unidades de medida en el sistema.
Las siete unidades fundamentales del SI son:
Metro (m): El metro se utiliza para medir la longitud o distancia. Es la longitud del recorrido de la luz en el vacío durante un intervalo de tiempo específico.
Kilogramo (kg): El kilogramo se utiliza para medir la masa. Es la masa del prototipo internacional del kilogramo, que se encuentra en Francia.
Segundo (s): El segundo se utiliza para medir el tiempo. Es la duración de 9,192,631,770 períodos de la radiación correspondiente a la transición entre dos niveles hiperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de cesio.
Amperio (A): El amperio se utiliza para medir la intensidad de corriente eléctrica. Es la corriente constante que, si se mantiene en dos conductores rectilíneos de longitud infinita y sección transversal despreciable, separados por una distancia de un metro en el vacío, producirá una fuerza igual a 2 × 10^–7 newtons por metro.
Kelvin (K): El kelvin se utiliza para medir la temperatura termodinámica. Su unidad está definida en relación con las propiedades fundamentales de la materia.
Mol (mol): El mol se utiliza para medir la cantidad de sustancia. Un mol de una sustancia contiene tantas entidades elementales como átomos hay en 0,012 kilogramos de carbono-12.
Candela (cd): La candela se utiliza para medir la intensidad luminosa. Es la intensidad luminosa en una dirección dada de una fuente que emite radiación monocromática de frecuencia 540 × 10^12 hercios y que tiene una intensidad radiante en esa dirección de 1/683 vatios por estereorradián.
Estas unidades fundamentales proporcionan una base sólida para la medición de una amplia variedad de propiedades físicas. A partir de estas unidades, se derivan otras unidades de medida que se utilizan en la ciencia, la tecnología y la vida cotidiana para expresar cantidades más complejas. La estandarización de estas unidades es fundamental para garantizar la consistencia y la precisión en la medición en todo el mundo.