El adecuado funcionamiento de una Comisión de Seguridad e Higiene no depende únicamente de su integración formal, sino también de su capacidad operativa y técnica para cumplir eficazmente con las funciones que le asigna la normativa laboral. En este contexto, el Programa de Capacitación y Verificación constituye uno de los pilares fundamentales para garantizar que los integrantes de la comisión cuenten con los conocimientos, habilidades y herramientas necesarias para identificar riesgos, analizar condiciones de trabajo y proponer medidas preventivas y correctivas que protejan la vida, la salud y la integridad física de los trabajadores.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-019-STPS-2011, todos los centros de trabajo que constituyan una Comisión de Seguridad e Higiene están obligados a implementar un programa sistemático de capacitación dirigido a sus integrantes, el cual deberá abarcar temas relacionados con la detección de actos y condiciones inseguras, análisis de riesgos, procedimientos de investigación de accidentes, marco legal en materia de seguridad e higiene, y elaboración de recomendaciones. Este programa tiene como objetivo fortalecer las competencias técnicas de los comisionados, promoviendo una actuación informada y efectiva durante las actividades de vigilancia y evaluación del entorno laboral.
La capacitación debe proporcionarse antes de que los integrantes de la comisión realicen sus primeras actividades de verificación, y posteriormente, con una periodicidad mínima de una vez al año, o con mayor frecuencia si así lo requieren los cambios en los procesos, condiciones de trabajo, equipo, materiales peligrosos u organización interna del centro laboral. Esta formación debe estar respaldada con registros documentales, como listas de asistencia, temarios, constancias de participación, y en su caso, evidencias prácticas.
Paralelamente, la comisión debe llevar a cabo de forma periódica sus actividades de verificación, las cuales consisten en recorridos físicos en las áreas de trabajo para identificar riesgos, analizar condiciones inseguras, levantar actas de inspección, y dar seguimiento a las medidas implementadas. Estas verificaciones deben programarse, como mínimo, una vez al año y ajustarse según el nivel de riesgo del centro de trabajo. Además, deben documentarse con evidencia fotográfica, registros de observaciones, y recomendaciones emitidas, conformando un expediente que debe estar disponible para la autoridad laboral en caso de inspección.
Cabe destacar que el Programa de Verificación y Capacitación no es opcional, sino una obligación legal cuya omisión puede generar observaciones por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) durante auditorías o visitas de inspección. Además, su correcta ejecución favorece un entorno de trabajo más seguro, reduce la incidencia de accidentes y enfermedades laborales, y fortalece la cultura de la prevención dentro de las organizaciones.
En suma, la eficacia de una Comisión de Seguridad e Higiene depende en gran medida del compromiso con su Programa de Capacitación y Verificación. Cuando este programa se implementa de manera estructurada, continua y con enfoque preventivo, no solo se da cumplimiento a la normativa vigente, sino que se contribuye de manera directa a la protección integral de los trabajadores y al fortalecimiento de la responsabilidad social de la empresa.
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