Agua superficial: "a la que fluye sobre la superficie del suelo a través de arroyos, canales y ríos, o que se almacene en lagos, embalses, ya sean naturales o artificiales."
El agua superficial se refiere al agua que se encuentra en la superficie de la Tierra, ya sea en forma de cuerpos de agua naturales, como ríos, lagos, lagunas y embalses, o como agua en movimiento sobre la superficie terrestre, como arroyos y corrientes. . Este tipo de agua es visible y está en contacto directo con la atmósfera. Aquí hay algunos aspectos claves relacionados con el agua superficial:
Fuentes de agua superficial: Las fuentes de agua superficial pueden variar ampliamente y depende de la geografía y la hidrología de una región. Pueden surgir de manantiales naturales, aguas de deshielo, precipitaciones pluviales que fluyen hacia abajo o aguas subterráneas que emergen a la superficie.
Ríos y arroyos: Los ríos y arroyos son corrientes de agua que fluyen continuamente a lo largo de la superficie terrestre. Pueden variar en tamaño desde pequeños arroyos hasta grandes ríos que corren largas distancias y desembocan en océanos o lagos.
Lagos y lagunas: Los lagos y lagunas son cuerpos de agua estancada que suelen ser más profundos que los ríos y pueden tener una variedad de tamaños y formas. A menudo, son importantes para la recreación, la pesca y la provisión de agua potable.
Embalses: Los embalses son cuerpos de agua artificiales creados por la construcción de presas en ríos y arroyos. Se utilizan para almacenar agua, controlar inundaciones, generar energía hidroeléctrica y proporcionar agua potable.
Usos del agua superficial: El agua superficial tiene una variedad de usos humanos y ambientales. Se utiliza para consumo humano, riego agrícola, generación de energía, navegación, recreación y como hábitat para la vida silvestre.
Calidad del agua superficial: La calidad del agua superficial es un tema importante para la salud humana y el medio ambiente. Puede verse afectado por la contaminación de fuentes industriales, agrícolas y urbanas, lo que puede tener un impacto negativo en la vida acuática y en la salud de las personas que dependen de esta agua para el consumo.
Gestión y conservación: La gestión sostenible del agua superficial es esencial para garantizar su disponibilidad a largo plazo. Esto incluye la conservación de los ecosistemas acuáticos, la regulación de caudales y la implementación de medidas para reducir la contaminación.
Cambio climático: El cambio climático puede afectar la disponibilidad y calidad del agua superficial al alterar los patrones de precipitación y aumentar la frecuencia de eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones.
El agua superficial es una fuente valiosa de agua dulce y un recurso esencial para la vida en la Tierra. Su gestión adecuada es fundamental para satisfacer las necesidades humanas, proteger los ecosistemas acuáticos y mantener un equilibrio en los ciclos hidrológicos locales y globales.