La radiación nuclear se refiere a la emisión de partículas subatómicas o radiación electromagnética de núcleos inestables de átomos. Estos núcleos inestables son conocidos como átomos radioactivos, y emiten radiación como parte de un proceso de desintegración radiactiva para alcanzar una configuración nuclear más estable.
Existen varios tipos de radiación nuclear, los más comunes son:
Radiación Alfa (α): La radiación alfa consiste en partículas alfa, que están compuestas por dos protones y dos neutrones. Estas partículas son relativamente grandes y pesadas, lo que significa que tienen baja capacidad de penetración. Por lo general, pueden ser detenidas por una hoja de papel o la capa externa de la piel. Sin embargo, si se inhala o ingiere, pueden ser peligrosos debido a su capacidad para dañar las células en el interior del cuerpo.
Radiación Beta (β): La radiación beta consiste en partículas beta, que pueden ser electrones (beta negativa, β-) o positrones (beta positiva, β+). Las partículas beta son más pequeñas y más penetrantes que las partículas alfa. Pueden ser detenidos por materiales como el vidrio, el plástico o la ropa, pero pueden penetrar la piel y dañar el tejido interno si se exponen de manera prolongada o en grandes cantidades.
Radiación Gamma (γ): La radiación gamma consiste en fotones electromagnéticos de alta energía. Estos fotones son extremadamente penetrantes y pueden atravesar materiales densos, como plomo o concreto. Se requieren materiales densos o un blindaje adecuado para detener la radiación gamma. Se utiliza en medicina (por ejemplo, en terapia de radiación) y en la inspección de materiales en la industria y la seguridad.
La radiación nuclear se origina en una variedad de fuentes, incluidos materiales radiactivos naturales (como el uranio y la radio) y materiales radiactivos creados artificialmente (como el plutonio y el tecnecio). Además, la radiación nuclear también se libera en eventos nucleares, como la fisión nuclear en reactores nucleares o la fusión nuclear en bombas atómicas.
El estudio y la gestión de la radiación nuclear son fundamentales para garantizar la seguridad en aplicaciones médicas, industriales y de investigación, así como para la protección de la salud pública y del medio ambiente. Se aplican normativas y regulaciones estrictas para controlar la exposición a la radiación nuclear y para gestionar adecuadamente los desechos radiactivos.