Fuego: Es la oxidación rápida de los materiales combustibles con desprendimiento de luz y calor. Este fenómeno consiste en una reacción química de transferencia electrónica, con una alta velocidad de reacción y con liberación de luz y calor. Se clasifica en las clases siguientes:
a) Fuego clase A: Es aquel que se presenta en material combustible sólido, generalmente de naturaleza orgánica, y que su combustión se realiza normalmente con formación de brasas;
b) Fuego clase B: Es aquel que se presenta en líquidos combustibles e inflamables y gases inflamables;
c) Fuego clase C: Es aquel que involucra aparatos, equipos e instalaciones eléctricas energizadas;
d) Fuego clase D: Es aquel en el que intervienen metales combustibles, tales como el magnesio, titanio, circonio, sodio, litio y potasio, y
e) Fuego clase K: Es aquel que se presenta básicamente en instalaciones de cocina, que involucra sustancias combustibles, tales como aceites y grasas vegetales o animales. Los fuegos clase K ocurren en los depósitos de grasa semipolimerizada, y su comportamiento es distinto a otros combustibles.
El fuego es una reacción química exotérmica de oxidación que involucra la combustión de una sustancia en presencia de oxígeno, generando calor, luz, gases y cenizas. El fuego es un proceso de liberación de energía que puede tener diversos propósitos, como proporcionar calor, cocinar alimentos, generar energía o iluminar áreas.
Para que se produzca el fuego, se necesitan tres componentes básicos que forman lo que se conoce como el "triángulo del fuego":
Combustible: Esta es la sustancia que se quema durante el proceso. Puede ser sólida (madera, papel), líquida (gasolina, aceite) o gaseosa (gas natural, hidrógeno).
Oxígeno: El oxígeno del aire es esencial para la combustión. El fuego consume oxígeno durante su proceso de quemado.
Calor: Se necesita una fuente de calor inicial para iniciar la reacción química que conduce al fuego. Una vez que comienza la combustión, el fuego genera su propio calor, lo que mantiene el proceso en marcha.
Además del triángulo del fuego, a menudo se mencionan otros dos elementos que pueden ser necesarios para la combustión en ciertas circunstancias:
Reacción en cadena: La reacción química que sustenta el fuego puede producirse en cadena, lo que significa que una vez que comienza, puede continuar sin necesidad de una fuente de calor externa si se mantiene el suministro de combustible y oxígeno.
Inhibidores o agentes extintores: Estos son materiales o sustancias que pueden utilizarse para extinguir el fuego al eliminar uno o más de los componentes del triángulo del fuego. Los extintores de incendios, por ejemplo, contienen agentes extintores que sofocan el fuego al eliminar el oxígeno o enfriar la fuente de calor.
El control y la gestión del fuego son esenciales para evitar incendios no deseados y sus consecuencias negativas, como daños a la propiedad, lesiones y pérdidas de vidas. Se promueve la seguridad contra incendios mediante la implementación de medidas preventivas, el uso de equipos de extinción de incendios adecuados y la capacitación en seguridad contra incendios. Además, existen normativas y regulaciones específicas que rigen la prevención de incendios en diversos entornos, como lugares de trabajo, hogares y espacios públicos.