Sarna (Escabiosis): Una Afección Cutánea Parasitaria Común y Contagiosa
La sarna, conocida también como escabiosis, es una infección cutánea parasitaria causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Aunque puede afectar a personas de todas las edades y grupos socioeconómicos, es más común en áreas con hacinamiento y condiciones de vida precarias. Esta enfermedad cutánea, aunque no suele ser grave, puede causar molestias significativas y requiere tratamiento adecuado para su erradicación.
Causa y Transmisión:
La sarna es causada por la infestación del ácaro Sarcoptes scabiei, que excava túneles en la capa más externa de la piel, donde deposita sus huevos. La transmisión generalmente ocurre a través del contacto piel a piel con una persona infestada, aunque también puede ocurrir por contacto con objetos contaminados como ropa de cama, toallas o ropa.
Síntomas:
Los síntomas de la sarna pueden variar, y suelen aparecer varias semanas después de la infestación inicial. Los signos y síntomas más comunes incluyen:
Picazón Intensa: La picazón, especialmente durante la noche, es uno de los síntomas más característicos. Es causada por la respuesta alérgica a las heces y saliva del ácaro.
Lesiones Cutáneas: Pequeñas protuberancias rojas, ampollas o surcos en la piel, especialmente en áreas como muñecas, dedos, codos, axilas, genitales y glúteos.
Costras y Secreciones: En casos más avanzados, las lesiones pueden infectarse, formando costras y secreciones.
El diagnóstico de la sarna generalmente se realiza mediante la observación clínica y la identificación de los surcos característicos creados por el ácaro en la piel. En algunos casos, el médico puede tomar una muestra de piel para confirmar la presencia del ácaro o sus huevos bajo el microscopio.
Tratamiento:
La sarna es tratable con medicamentos tópicos y orales específicos para eliminar los ácaros y sus huevos. Los medicamentos comunes incluyen la permetrina y la ivermectina. Además, es esencial lavar y desinfectar la ropa de cama, la ropa personal y otros objetos potencialmente contaminados para evitar la reinfestación.
Prevención:
Algunas medidas preventivas para evitar la propagación de la sarna incluyen:
Evitar el Contacto Directo: Evitar el contacto directo con personas infestadas.
Higiene Personal: Mantener una buena higiene personal, incluyendo lavado regular de manos y uñas.
Lavado de Ropa y Ropa de Cama: Lavar la ropa y la ropa de cama regularmente, especialmente en agua caliente.
Complicaciones:
Si no se trata adecuadamente, la sarna puede llevar a complicaciones como infecciones bacterianas secundarias y exacerbación de condiciones preexistentes como eczema.
Conclusión:
Aunque la sarna puede ser una molestia significativa, su tratamiento es efectivo con la aplicación de medicamentos adecuados y medidas de higiene. La prevención y el diagnóstico temprano son cruciales para controlar la propagación de la enfermedad. En caso de sospecha de sarna, se recomienda buscar la orientación de un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento apropiado.