GOLPE DE CALOR: "Afección que padece el trabajador, consistente en un rápido aumento de la temperatura corporal, en situaciones en las que la combinación de la carga de calor ambiental y la carga de trabajo es elevada."
Un golpe de calor, también conocido como golpe de calor o hipertermia, es una condición médica grave y potencialmente mortal que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la incapacidad de regular su temperatura interna de manera efectiva. Esto puede ocurrir cuando una persona está expuesta a altas temperaturas y/o altos niveles de humedad y no puede disipar el calor de manera adecuada.
Los síntomas del golpe de calor pueden variar desde leves hasta severos y pueden incluir:
Temperatura corporal elevada (generalmente por encima de 40 grados Celsius o 104 grados Fahrenheit).
Sudoración excesiva o, en algunos casos, piel seca y enrojecida.
Dolor de cabeza intenso.
Mareos o desmayos.
Confusión o alteraciones mentales.
Pulso rápido y fuerte.
Náuseas o vómitos.
Dificultad para respirar.
Convulsiones.
Pérdida del conocimiento.
El golpe de calor es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Si se sospecha que alguien está experimentando un golpe de calor, se deben tomar las siguientes medidas:
Llamar a servicios de emergencia: Buscar ayuda médica de inmediato, ya que el golpe de calor puede ser potencialmente mortal.
Mover a un lugar fresco: Trasladar a la persona afectada a un lugar más fresco y sombreado.
Enfriamiento: Intentar enfriar a la persona rápidamente. Esto puede hacerse mediante la aplicación de compresas húmedas y frías en la piel, la ventilación de la persona con un abanico o la inmersión en agua fría si es posible.
Hidratación: Ofrecer agua o líquidos con electrolitos para rehidratar a la persona afectada.
Monitoreo: Continuar monitoreando la temperatura corporal y los signos vitales mientras se espera la llegada de la ayuda médica.
Es fundamental tomar medidas preventivas para evitar el golpe de calor, especialmente durante condiciones climáticas extremadamente calurosas.
Algunos consejos para prevenir el golpe de calor incluyen:
Mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua durante el día.
Evite la exposición prolongada al sol en horas de calor intenso.
Use ropa ligera y de colores claros.
Descansar en ambientes con aire acondicionado o ventilados en días calurosos.
Evite el ejercicio extenuante en condiciones de calor extremo.
Vigilar a niños, personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas, ya que son más propensos al golpe de calor.
El golpe de calor es una afección grave, pero con una respuesta rápida y tratamiento adecuado, la mayoría de las personas se recuperan por completo. Sin embargo, es crucial actuar con prontitud para evitar complicaciones graves o incluso la muerte.