El cloruro de benzalconio, también conocido como cloruro de alquildimetilbencilamonio, es un compuesto cuaternario de amonio ampliamente utilizado como antiséptico, desinfectante y conservador. Su uso se extiende desde formulaciones farmacéuticas y cosméticas hasta productos de limpieza industrial y agrícola. Sin embargo, su toxicidad es un aspecto importante que debe considerarse, especialmente cuando se manipula en concentraciones elevadas o sin protección adecuada. A continuación se desarrolla un análisis técnico extenso del valor DL50 del cloruro de benzalconio, sus implicaciones toxicológicas, efectos en la salud y regulación normativa.
El cloruro de benzalconio es una mezcla de sales de amonio cuaternario con cadenas alquilo de 12 a 18 carbonos. Tiene la fórmula general C₂₂H₄₀ClN para una de sus formas más comunes. Es soluble en agua y posee propiedades bactericidas, fungicidas y virucidas, por lo que es ampliamente utilizado en:
Antisépticos para piel y mucosas
Desinfectantes hospitalarios
Conservadores de colirios y gotas nasales
Detergentes industriales y agrícolas
La DL50 o dosis letal media del cloruro de benzalconio depende de su concentración y la vía de administración. A continuación se muestran los valores más comúnmente reportados:
El rango de DL50 oral indica que el cloruro de benzalconio presenta una toxicidad aguda moderada por ingestión. Por vía dérmica, su toxicidad es considerablemente menor, pero puede provocar irritación severa o sensibilización.
Exposición Aguda:
Oral: Náuseas, vómitos, diarrea, dificultad respiratoria, colapso circulatorio en casos graves.
Dérmica: Irritación, dermatitis, eritema, quemaduras químicas (a concentraciones elevadas).
Ocular: Irritación severa, queratitis, edema conjuntival.
Inhalación: En formulaciones atomizadas puede provocar irritación respiratoria.
Exposición Crónica:
Posible sensibilización cutánea o respiratoria.
Cambios celulares en mucosas oculares por uso prolongado (colirios).
Se ha observado citotoxicidad en células humanas in vitro a concentraciones elevadas.
Según el Reglamento CLP (UE) y otras fuentes internacionales:
Tóxico por ingestión (Categoría 4)
Corrosivo para la piel (Categoría 1B o 1C, según concentración)
Tóxico para el medio acuático (Categoría aguda 1 y crónica 2)
Irritante ocular severo (Categoría 1)
Actualmente no existen límites de exposición ocupacional específicos (como TLV o REL) establecidos por OSHA, NIOSH o ACGIH para el cloruro de benzalconio. Sin embargo, se recomienda aplicar principios de higiene industrial:
Ventilación adecuada en áreas donde se formulen productos concentrados.
Uso de guantes, gafas y mascarilla al preparar soluciones.
Evitar el contacto directo con piel, ojos o mucosas.
En México y otras jurisdicciones, el cloruro de benzalconio está regulado principalmente por su uso en medicamentos, productos de limpieza y pesticidas:
NOM-018-STPS-2015: Identificación y comunicación de peligros químicos.
NOM-010-STPS-2014: Agentes químicos en ambientes laborales (referencial).
Farmacopea de los Estados Unidos Mexicanos (FEUM): Regula su uso como excipiente en medicamentos.
COFEPRIS: Regula productos con acción antiséptica o desinfectante que lo contengan.
Reglamento de Insumos para la Salud: Aplica a productos sanitarios.
REGLAMENTO CLP (Unión Europea) y REACH: Clasificación y manejo de sustancias químicas.
El cloruro de benzalconio es un compuesto útil y eficaz como antimicrobiano, pero su toxicidad no debe subestimarse. Con una DL50 oral entre 240 y 400 mg/kg, se clasifica como moderadamente tóxico por ingestión, con capacidad irritante y corrosiva por contacto directo. Su uso debe regirse por normas de seguridad adecuadas y un etiquetado claro en productos comerciales.
La educación del personal, el manejo responsable y el cumplimiento de las normas regulatorias son esenciales para prevenir intoxicaciones, reacciones adversas y daños ambientales.