Clasificar un espacio confinado, conforme a la NOM-033-STPS-2015, comienza siempre con el muestreo previo a la entrada para determinar si existe o no una atmósfera peligrosa; con esos resultados se define si el espacio es Tipo I o Tipo II. La propia norma pide que la comparación se haga contra los valores límite de exposición de la NOM-010-STPS y la información de las Hojas de Datos de Seguridad (NOM-018), y que la decisión se base en la Tabla 1 de la NOM-033. Así, un Tipo I es aquel con oxígeno entre 19.5–23.5%, inflamabilidad <10% del LII/LEL y tóxicos por debajo del nivel de acción (0.5 VLE); si cualquiera de esos criterios se rebasa (oxígeno <19.5% o >23.5%, inflamables ≥10% LEL, o tóxicos ≥0.5 VLE), el espacio se clasifica como Tipo II por implicar riesgo grave o inminente para la salud.
Esta clasificación no es meramente descriptiva: gobierna los controles y la autorización de entrada. En Tipo I bastará con mantener la atmósfera dentro de parámetros y dotar al menos a un trabajador por grupo de detectores portátiles; en Tipo II la protección se eleva: todos los trabajadores deben portar detectores, se exige equipo eléctrico a prueba de explosión cuando haya residuos inflamables y la norma ordena interrumpir trabajos si la inflamabilidad alcanza ≥10% del LEL. En la práctica, clasificar bien —muestrear, comparar con VLE y LEL, y documentar— es lo que habilita un permiso de entrada seguro y evita que un espacio aparentemente “tranquilo” se convierta en un escenario IDLH.
La clasificación de OSHA (29 CFR 1910.146) parte de un árbol de decisión: primero identifica si existe un espacio confinado (suficientemente grande para entrar, con acceso/egreso limitado y no diseñado para ocupación continua). Luego pregunta si hay peligros significativos: atmósfera peligrosa, riesgo de sepultamiento/engulfment, configuración interna que atrape, o cualquier otro riesgo grave reconocido. Si alguno está presente, el recinto se cataloga como PRCS (Permit-Required Confined Space) y exige un permiso de entrada con controles formales; si no, se clasifica como Non-Permit Confined Space, manteniendo medidas de control y verificación periódica.
Esta lógica encaja de forma práctica con la NOM-033: los espacios que OSHA denomina Non-Permit corresponden a un Tipo I (parámetros de atmósfera dentro de límites), mientras que los PRCS se alinean con Tipo II (riesgo grave o inminente), donde disparadores típicos son, entre otros, oxígeno fuera de 19.5–23.5%, inflamables ≥10% del LEL y tóxicos por arriba de los niveles de acción. Entender este “puente” OSHA–NOM facilita homologar permisos, roles y monitoreo, y te permite usar el diagrama de OSHA como guía visual mientras aplicas los umbrales numéricos específicos de la NOM-033 para autorizar o detener una entrada.
NOM-033-STPS-2015