En la actualidad, los accidentes vehiculares no solo representan un riesgo para los ocupantes de los automóviles y los peatones, sino también un desafío para los cuerpos de emergencia que deben intervenir de manera rápida, segura y eficiente. Con la creciente presencia de vehículos eléctricos, híbridos y de pila de combustible en las carreteras, los riesgos asociados a baterías de alto voltaje, fugas de sustancias químicas y potenciales incendios se han vuelto más complejos. Ante este panorama, la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) ha desarrollado la Guía de Respuesta a Emergencias (Emergency Response Guide, ERG), un recurso indispensable que reúne información técnica y práctica para apoyar a los equipos de primera respuesta en situaciones críticas.
La ERG es un repositorio oficial y centralizado de documentos elaborados por fabricantes automotrices que contienen procedimientos de seguridad específicos para cada modelo de vehículo. Estos manuales incluyen instrucciones claras sobre cómo desactivar sistemas eléctricos de alto voltaje, identificar zonas de corte seguras, prevenir incendios derivados de baterías de litio y ejecutar maniobras de rescate en condiciones adversas como sumersión o colisión grave. La guía también incorpora las conocidas “hojas de rescate”, que son resúmenes visuales y simplificados diseñados para que bomberos, paramédicos y policías tengan acceso inmediato a información vital en el lugar del accidente.
El auge de la movilidad sustentable ha generado un incremento significativo en la venta de vehículos eléctricos (EVs) e híbridos. Aunque estos modelos reducen la contaminación ambiental, plantean nuevos desafíos en caso de siniestro: riesgo de electrocución, incendios prolongados por baterías de ion-litio, fugas de refrigerantes inflamables y la necesidad de procedimientos especiales de remolque y almacenamiento. La ERG se convierte entonces en una herramienta estratégica para minimizar estos riesgos, garantizando que los equipos de emergencia actúen con pleno conocimiento de las particularidades técnicas de cada vehículo.
Uno de los principales aportes de la guía es que permite salvar vidas en los primeros minutos de la emergencia. Al contar con protocolos estandarizados, los equipos de rescate pueden reducir tiempos de respuesta, evitar errores críticos y actuar de manera coordinada. Además, al centralizar la información, la NHTSA elimina la dependencia de múltiples fuentes, asegurando que cualquier cuerpo de emergencia tenga acceso a datos confiables y actualizados, sin importar la marca o el año del vehículo involucrado. Esto no solo incrementa la seguridad de los ocupantes, sino que también protege la integridad física de bomberos, paramédicos y policías que se exponen a entornos de alto riesgo.
En julio de 2025, la NHTSA presentó una plataforma digital mejorada que facilita la consulta de la ERG y las hojas de rescate. Este portal incluye documentos históricos que antes eran gestionados por la National Fire Protection Association (NFPA), consolidando en un solo sitio web todo el acervo disponible. Los usuarios pueden buscar por marca, modelo y año del vehículo, lo que garantiza un acceso ágil y práctico en segundos. Este avance representa un paso decisivo en la transformación digital de los servicios de seguridad vial, asegurando que incluso en comunidades pequeñas o rurales los equipos de emergencia tengan la misma oportunidad de actuar con eficiencia que en grandes ciudades.
La Guía de Respuesta a Emergencias no solo es útil en el presente, sino que también sienta las bases para un futuro en el que la seguridad vial y la movilidad eléctrica estén estrechamente vinculadas. A medida que las tecnologías automotrices evolucionen —desde vehículos autónomos hasta nuevas generaciones de baterías— la NHTSA seguirá actualizando y fortaleciendo esta herramienta. Para los responsables de la seguridad pública, el acceso a la ERG implica mayor preparación, menor incertidumbre y una respuesta más confiable en cada accidente.
En conclusión, la Guía de Respuesta a Emergencias de la NHTSA es mucho más que un documento técnico: es un pilar en la protección de la vida humana y la seguridad vial en la era de la electrificación del transporte. Su implementación y uso constante marcan la diferencia entre una intervención improvisada y una acción profesional y efectiva. Con este recurso, los equipos de emergencia no solo cuentan con información precisa y estandarizada, sino también con la confianza de que cada segundo invertido puede salvar vidas.
Puedes acceder a la guía en el siguiente enlace: