Fluidos de bajo riesgo (en procesos industriales): "líquidos y gases cuyas características intrínsecas no son peligrosas por naturaleza, y cuyas condiciones de presión y temperatura en el proceso no rebasan los límites establecidos."
Aquí hay algunas características y ejemplos adicionales de fluidos de bajo riesgo en esta definición:
Características intrínsecas no peligrosas: Estos fluidos no son inflamables, tóxicos o corrosivos en su estado natural. Esto significa que no presentan riesgos significativos para la salud o la seguridad de las personas o el medio ambiente en su forma original.
Condiciones de presión y temperatura controladas: Durante el proceso industrial, se asegura que las condiciones de presión y temperatura se mantienen dentro de los rangos seguros y establecidos. Esto evita que los fluidos se vuelvan peligrosos debido a cambios extremos en estas condiciones.
Ejemplos de fluidos de bajo riesgo en esta categoría podrían incluir:
Agua: El agua es un ejemplo clásico de un fluido de bajo riesgo en muchos procesos industriales, siempre que se mantiene dentro de los límites seguros de temperatura y presión.
Aire: El aire atmosférico se considera un gas de bajo riesgo en términos de inflamabilidad y toxicidad cuando se maneja correctamente.
Nitrógeno: El nitrógeno es otro gas que generalmente se considera de bajo riesgo en aplicaciones industriales si se controlan las condiciones de manejo.
Es importante destacar que, incluso con fluidos de bajo riesgo, es esencial seguir las prácticas de seguridad y las regulaciones aplicables en el lugar de trabajo para evitar cualquier incidente o riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores y el entorno. Además, las definiciones y categorizaciones específicas pueden variar según las normativas y estándares de seguridad en diferentes industrias y regiones.