Las mercancías peligrosas representan un reto significativo para la seguridad en el transporte terrestre, marítimo y aéreo. Debido a los riesgos inherentes que pueden provocar daños a la salud, al medio ambiente o a la infraestructura en caso de liberación accidental, su traslado se encuentra estrictamente regulado por normativas nacionales e internacionales. En México, una de las disposiciones clave es la NOM-011-1-SCT-2-2022, la cual armoniza criterios con el Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR) y las Recomendaciones de las Naciones Unidas. Dentro de esta normativa se establece la modalidad de cantidades exceptuadas, que permite simplificar requisitos cuando se transportan volúmenes mínimos de sustancias peligrosas.
Las cantidades exceptuadas se definen como una modalidad de transporte de mercancías peligrosas en la cual se permiten volúmenes muy reducidos de sustancias, envasados bajo condiciones específicas de seguridad. Se trata de un esquema pensado para minimizar el riesgo, ya que la cantidad contenida por cada envase interior es tan pequeña que, en caso de fuga o accidente, el impacto sería limitado y controlable.
Este régimen aplica tanto para sólidos, líquidos como gases, y establece límites de peso o volumen máximo por envase interior (frascos, tubos, cartuchos, ampolletas, etc.) y por embalaje exterior (cajas, estuches o contenedores que agrupan varios envases interiores).
La NOM-011-1-SCT-2-2022 señala que, para poder acogerse al beneficio de las cantidades exceptuadas, deben cumplirse las siguientes condiciones:
Límites de cantidad: Cada sustancia peligrosa tiene asignado un código (E0 a E5) que determina el máximo permitido por envase interior y por embalaje exterior. Por ejemplo, un código E1 autoriza hasta 30 gramos o mililitros por envase interior y un máximo de 1000 gramos o mililitros en todo el embalaje exterior.
Envases interiores: Deben ser suficientemente resistentes a impactos y a las condiciones normales de transporte. En el caso de gases, suelen emplearse cartuchos metálicos presurizados de baja capacidad.
Embalaje exterior: Debe proteger eficazmente los envases interiores mediante materiales de absorción, relleno y resistencia mecánica para prevenir daños durante la manipulación.
Marcado especial: Los embalajes deben llevar una marca distintiva de cantidades exceptuadas, consistente en un recuadro con bordes punteados o continuos, en color negro sobre fondo blanco, que permita identificar fácilmente que se trata de esta modalidad.
Compatibilidad de sustancias: Solo se permiten combinaciones de mercancías que no reaccionen peligrosamente entre sí en caso de fuga.
Es importante no confundir las cantidades exceptuadas (EQ) con las cantidades limitadas (LQ):
Las exceptuadas manejan volúmenes mucho más pequeños, con requisitos de embalaje simplificados.
Las limitadas permiten volúmenes mayores, pero exigen embalajes más robustos y una señalización distinta.
En ambos casos, se busca reducir las exigencias regulatorias para pequeñas remesas, pero garantizando la seguridad.
Supongamos que un laboratorio necesita enviar muestras de un solvente inflamable a otra ciudad. Si el solvente está clasificado con código E2, podrá enviarse en envases interiores de hasta 30 mL cada uno, siempre que el embalaje exterior no supere los 500 mL en total. En la práctica, esto podría equivaler a 15 frascos de 30 mL dentro de una caja rígida con relleno protector.
En el caso de los gases, por ejemplo, se podrían enviar pequeños cartuchos de 30 mL de un gas comprimido dentro de un estuche exterior con capacidad total de hasta 300 mL si corresponde a un código E3. Aquí se aprecia que el gas no va directamente en el embalaje exterior, sino en envases interiores metálicos, y el embalaje exterior se limita a protegerlos.
El uso de cantidades exceptuadas tiene varios beneficios para los remitentes y transportistas:
Simplificación administrativa: Se eliminan algunos requisitos de documentación y señalización que son obligatorios en envíos mayores.
Reducción de costos: Al no requerir embalajes certificados de alto nivel ni etiquetados complejos, los costos de transporte disminuyen.
Mayor agilidad en envíos pequeños: Facilita la movilización de muestras, reactivos y pequeñas cantidades de productos para investigación, análisis o demostraciones.
Seguridad adecuada: Aunque se flexibilizan los requisitos, el riesgo se mantiene bajo gracias a los volúmenes limitados y la protección de doble embalaje.
Las cantidades exceptuadas representan una herramienta regulatoria eficiente que equilibra la necesidad de seguridad con la practicidad en el transporte de mercancías peligrosas en volúmenes mínimos. Su correcta aplicación depende de identificar el código correspondiente a cada sustancia, respetar los límites de volumen y garantizar un embalaje adecuado.
En el ámbito industrial y científico, esta modalidad es especialmente útil para envíos de muestras de laboratorio, reactivos químicos, fármacos experimentales y gases comprimidos en cartuchos de uso especializado. De esta forma, se asegura que la manipulación y transporte de pequeñas cantidades de materiales peligrosos se realice con un riesgo prácticamente nulo para las personas, el ambiente y la infraestructura.