La queratoconjuntivitis es una afección inflamatoria que afecta tanto a la córnea (queratitis) como a la conjuntiva (conjuntivitis), las dos capas externas más expuestas del ojo. Esta inflamación puede ser causada por múltiples factores, incluyendo agentes químicos, físicos y alergénicos. La queratoconjuntivitis puede provocar síntomas como enrojecimiento, irritación, visión borrosa y, en casos graves, daños en la córnea que pueden comprometer la visión. Este artículo explora las causas, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de la queratoconjuntivitis causada por estos agentes, dirigido tanto al público general como a profesionales de la salud.
La queratoconjuntivitis es una condición inflamatoria que afecta simultáneamente la córnea y la conjuntiva. La córnea es la parte transparente en la parte frontal del ojo, responsable de enfocar la luz, mientras que la conjuntiva es una fina membrana que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Cuando ambas estructuras se inflaman, se presenta la queratoconjuntivitis, lo que puede llevar a una variedad de síntomas que van desde leves molestias hasta pérdida visual significativa en casos graves.
Dependiendo de la causa, la queratoconjuntivitis puede clasificarse en varios tipos. A continuación, se describen los más comunes cuando se originan por agentes químicos, físicos y alergénicos:
1. Queratoconjuntivitis por Agentes Químicos
La exposición del ojo a sustancias químicas irritantes o corrosivas es una de las causas más peligrosas de queratoconjuntivitis. Las quemaduras químicas pueden causar daño severo y, en algunos casos, pérdida permanente de la visión si no se tratan de manera inmediata y adecuada.
Agentes químicos más comunes:
Ácidos: Sustancias como el ácido sulfúrico, ácido clorhídrico o ácido acético pueden causar quemaduras en la superficie ocular.
Álcalis: Los productos alcalinos, como la lejía, el amoníaco y la cal, son más peligrosos que los ácidos porque pueden penetrar más profundamente en el ojo, dañando no solo la córnea y la conjuntiva, sino también las estructuras internas.
Irritantes químicos: Productos de uso doméstico como limpiadores, disolventes y aerosoles pueden causar irritación química en los ojos.
Síntomas:
Dolor severo en el ojo.
Sensación de quemazón o picazón intensa.
Enrojecimiento y lagrimeo excesivo.
Pérdida temporal o permanente de la visión, dependiendo de la gravedad de la exposición.
Opacidad corneal en casos graves.
Tratamiento:
Lavado inmediato: Es fundamental lavar el ojo con abundante agua o solución salina estéril durante al menos 15-30 minutos para eliminar el agente químico lo más rápido posible.
Neutralización de la sustancia química: En algunos casos, se pueden usar soluciones especiales para neutralizar el químico, pero el lavado es la prioridad.
Gotas oculares antibióticas: Para prevenir infecciones posteriores al daño corneal.
Analgésicos y antiinflamatorios: Para aliviar el dolor y la inflamación.
Cirugía: En casos de daño severo o quemaduras graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para restaurar la visión o reparar la córnea.
2. Queratoconjuntivitis por Agentes Físicos
La exposición a factores físicos, como el calor, el frío o la radiación, también puede provocar queratoconjuntivitis. Estos agentes pueden dañar la superficie ocular y causar inflamación tanto de la córnea como de la conjuntiva.
Factores físicos comunes:
Radiación ultravioleta (UV): La exposición a fuentes de luz UV, como la luz solar intensa, soldaduras eléctricas o camas de bronceado, puede provocar una afección llamada queratitis actínica o fotokeratitis.
Calor y frío extremos: La exposición prolongada a altas temperaturas (quemaduras térmicas) o temperaturas muy bajas (quemaduras por congelación) puede afectar los tejidos oculares.
Síntomas:
Dolor ocular, que puede empeorar varias horas después de la exposición.
Visión borrosa o afectada.
Enrojecimiento y sensibilidad a la luz (fotofobia).
Sensación de cuerpo extraño en el ojo.
Tratamiento:
Protección ocular: Usar gafas protectoras con filtro UV es clave para prevenir la queratitis por radiación UV.
Gotas lubricantes y lágrimas artificiales: Para aliviar la irritación y ayudar a la curación de la córnea.
Analgésicos: Para el dolor, especialmente en casos de quemaduras por soldaduras o exposición a fuentes UV.
Antibióticos: Se pueden prescribir gotas antibióticas para prevenir infecciones si hay daño significativo en la córnea.
Parches oculares: En algunos casos, se puede usar un parche para proteger el ojo mientras sana.
3. Queratoconjuntivitis Alérgica
La queratoconjuntivitis alérgica es una inflamación ocular que ocurre cuando los ojos entran en contacto con alérgenos, como polen, ácaros del polvo, moho o pelo de mascotas. Aunque no suele ser tan grave como otros tipos de queratoconjuntivitis, puede ser muy molesta y afectar la calidad de vida de las personas.
Causas más comunes:
Polen: Los alérgenos estacionales de plantas como los árboles y las gramíneas son los desencadenantes más comunes.
Alergenos ambientales: Ácaros del polvo, moho y caspa de animales.
Productos químicos: Conservantes en productos de lentes de contacto o cosméticos pueden actuar como alérgenos.
Síntomas:
Picazón intensa en los ojos.
Enrojecimiento ocular y conjuntival.
Lagrimeo excesivo.
Hinchazón de los párpados.
Sensación de ardor o irritación en los ojos.
Tratamiento:
Gotas antihistamínicas: Las gotas para los ojos con antihistamínicos son el tratamiento de primera línea para reducir la respuesta alérgica.
Estabilizadores de mastocitos: Gotas como el cromoglicato de sodio se usan para prevenir futuras reacciones alérgicas.
Corticosteroides: En casos severos, se pueden prescribir gotas con corticosteroides, pero solo deben usarse bajo supervisión médica debido al riesgo de efectos secundarios.
Evitar los alérgenos: Limitar la exposición a los desencadenantes, como el polen o el polvo, puede reducir la frecuencia y gravedad de los síntomas.
El diagnóstico de la queratoconjuntivitis generalmente lo realiza un oftalmólogo mediante una combinación de:
Historia clínica: Se evalúan los factores de exposición, como el contacto con agentes químicos, exposición a radiación UV o alérgenos, y síntomas previos.
Examen ocular: El uso de una lámpara de hendidura permite al oftalmólogo examinar la córnea y la conjuntiva para detectar signos de inflamación, daño o irritación.
Pruebas de fluoresceína: Un tinte fluorescente puede ayudar a identificar abrasiones en la córnea.
Pruebas alérgicas: En casos de queratoconjuntivitis alérgica, se pueden realizar pruebas cutáneas o análisis de sangre para identificar los alérgenos responsables.
Si no se trata adecuadamente, la queratoconjuntivitis, especialmente por agentes químicos y físicos, puede provocar complicaciones graves:
Cicatrización corneal: El daño crónico a la córnea puede provocar cicatrices, lo que afecta la visión.
Úlceras corneales: En casos graves, la queratoconjuntivitis puede llevar al desarrollo de úlceras, que pueden comprometer la salud ocular.
Pérdida de la visión: Las quemaduras químicas graves y la queratitis actínica prolongada pueden causar pérdida de visión parcial o total.
Protección ocular: Usar gafas de seguridad en entornos donde haya riesgo de exposición a productos químicos, polvo o radiación UV es clave para prevenir la queratoconjuntivitis.
Evitar alérgenos: En el caso de la queratoconjuntivitis alérgica, reducir la exposición a los alérgenos conocidos, como el polen o el polvo, puede ayudar a prevenir los brotes.
Uso adecuado de productos químicos: Seguir las precauciones de seguridad y usar protección al manipular productos químicos peligrosos.
La queratoconjuntivitis es una condición inflamatoria que puede ser causada por agentes químicos, físicos y alergénicos, cada uno con su propia forma de presentación y tratamiento. La identificación temprana y el tratamiento adecuado son clave para prevenir complicaciones graves, como cicatrización corneal o pérdida de la visión. Es fundamental que los pacientes tomen medidas preventivas, especialmente en entornos de alto riesgo, y que busquen atención médica inmediatamente si sospechan de una lesión ocular.