La otosclerosis es una enfermedad progresiva del oído medio caracterizada por un crecimiento anormal del hueso en la cápsula ósea del laberinto, lo que afecta la movilidad de la cadena de huesecillos y provoca pérdida auditiva conductiva. Es una de las causas más frecuentes de hipoacusia de transmisión en adultos jóvenes y afecta principalmente al estribo, interfiriendo con la conducción del sonido hacia el oído interno.
Aunque la causa exacta de la otosclerosis no está completamente esclarecida, se cree que intervienen factores genéticos, hormonales y ambientales en su desarrollo.
Hasta el 50-60% de los casos tienen antecedentes familiares.
Se hereda con un patrón autosómico dominante con penetrancia incompleta, lo que significa que no todas las personas con la mutación desarrollan la enfermedad.
Mayor prevalencia en mujeres, lo que sugiere una influencia hormonal.
Se ha observado que los síntomas pueden empeorar durante el embarazo o la lactancia, probablemente debido a cambios en los niveles de estrógenos.
Se ha relacionado con infecciones virales como el sarampión, que podría desencadenar procesos inflamatorios en el oído medio.
Deficiencia de flúor: Algunos estudios sugieren que una ingesta baja de flúor podría influir en el desarrollo de la otosclerosis.
La otosclerosis afecta principalmente la región de la ventana oval, donde el estribo se fija anormalmente debido a la formación de hueso esponjoso inmaduro, lo que impide la correcta transmisión del sonido al oído interno. Este proceso progresa con el tiempo y puede llevar a hipoacusia neurosensorial si el daño se extiende a la cóclea (otosclerosis coclear).
Los síntomas de la otosclerosis se desarrollan gradualmente y suelen empeorar con el tiempo:
Hipoacusia Conductiva
Inicialmente unilateral, pero puede volverse bilateral en el 70% de los casos.
Comienza con dificultad para escuchar sonidos de baja frecuencia.
La audición puede mejorar en ambientes ruidosos (paracusia de Willis).
Tinnitus
Se presenta en más del 70% de los casos.
Puede ser leve o severo, afectando la calidad de vida.
Vértigo o Inestabilidad
Menos frecuente, pero puede presentarse en algunos pacientes.
Ausencia de Dolor o Secreción Oído
A diferencia de otras enfermedades del oído medio, la otosclerosis no se asocia con otalgia ni otorrea.
El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y en pruebas audiológicas.
Pérdida auditiva conductiva con hipoacusia mayor en frecuencias bajas y medias.
Muesca de Carhart: Disminución en la conducción ósea en 2000 Hz, lo que representa un falso deterioro auditivo debido a la fijación del estribo.
Timpanometría normal o con baja compliance.
Ausencia de reflejo estapedial, ya que el estribo no se mueve correctamente.
Útil en casos atípicos o para planificar cirugía.
Muestra áreas de reabsorción ósea y neoformación ósea en la cápsula ótica.
El manejo de la otosclerosis depende de la gravedad de los síntomas y del grado de pérdida auditiva.
En casos leves o sin síntomas incapacitantes, se puede optar por un monitoreo periódico.
Indicado en pacientes que no desean o no pueden someterse a cirugía.
Mejora la audición al amplificar el sonido.
Estapedectomía: Se extrae el estribo y se reemplaza con una prótesis.
Estapedotomía: Se perfora la platina del estribo y se coloca una prótesis más pequeña.
Tasa de éxito del 90%, con recuperación significativa de la audición.
Fluoruro de sodio: Puede ralentizar la progresión en casos tempranos.
Bifosfonatos: Investigados por su efecto en el metabolismo óseo.
La otosclerosis es una enfermedad progresiva, pero el tratamiento quirúrgico tiene una alta tasa de éxito. Sin embargo, en casos avanzados donde hay afectación coclear, la pérdida auditiva puede volverse irreversible y requerir implantes cocleares.
La otosclerosis es una causa frecuente de hipoacusia de transmisión en adultos jóvenes, con un fuerte componente genético y posible influencia hormonal. Su diagnóstico se basa en pruebas audiológicas y su tratamiento principal es la cirugía del estribo. La detección temprana y el manejo adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.