El barotrauma por compresión es una lesión causada por cambios en la presión atmosférica que afectan los tejidos del cuerpo, especialmente los espacios que contienen aire, como los oídos, los senos paranasales y los pulmones. Es común entre buceadores, pilotos y personas expuestas a ambientes con variaciones significativas de presión. A continuación, exploramos las causas, los síntomas, el diagnóstico y las medidas preventivas de esta afección.
El barotrauma por compresión ocurre cuando la presión en el ambiente cambia rápidamente, causando una diferencia entre la presión externa y la presión dentro de los espacios de aire en el cuerpo. Esta diferencia de presión puede llevar a la compresión o expansión de esos espacios, generando daños en los tejidos. Los pulmones, los oídos y los senos paranasales son los órganos más vulnerables a este tipo de lesión.
La causa principal del barotrauma por compresión es el cambio rápido en la presión ambiental, como:
Buceo: Durante el descenso, la presión aumenta y puede comprimir los pulmones y otros espacios de aire si no se compensa adecuadamente.
Subidas y bajadas en avión: Aunque menos común, la variación de presión en los aviones puede causar barotrauma, especialmente si el sistema de compensación de presión está afectado.
Procedimientos médicos: Algunas terapias de oxigenación o ventilación mecánica pueden causar cambios en la presión pulmonar.
Los síntomas del barotrauma dependen del área afectada:
Barotrauma de oído: Dolor de oído, sensación de bloqueo, pérdida temporal de la audición y, en casos graves, sangrado.
Barotrauma de senos paranasales: Dolor en el área de los senos, congestión, sangrado nasal.
Barotrauma pulmonar: Dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos y, en casos severos, hemoptisis (expulsión de sangre al toser).
En casos graves, el barotrauma pulmonar puede llevar a condiciones potencialmente mortales, como neumotórax (colapso pulmonar) o embolia gaseosa, en la cual burbujas de aire entran en el torrente sanguíneo.
El diagnóstico del barotrauma se realiza mediante:
Examen físico: Evaluación de los síntomas y signos como dolor, presión y posible sangrado.
Imágenes: Las radiografías de tórax, la tomografía computarizada (TC) o las resonancias magnéticas pueden ayudar a visualizar el daño en los pulmones o los senos paranasales.
Pruebas auditivas: Si el oído se ve afectado, se pueden realizar pruebas auditivas para evaluar la pérdida auditiva o el daño en el oído medio.
El tratamiento del barotrauma depende de la gravedad de la lesión y del área afectada:
Barotrauma leve: Reposo y técnicas de descompresión, como maniobras de Valsalva (pinzarse la nariz y soplar suavemente), para ayudar a equilibrar la presión.
Medicamentos: En caso de barotrauma en los senos o los oídos, los descongestionantes nasales o antihistamínicos pueden ayudar a aliviar la presión y reducir la inflamación.
Atención médica urgente: En casos graves, como neumotórax o embolia gaseosa, se requiere tratamiento médico inmediato. Estos casos pueden necesitar oxigenoterapia, procedimientos para extraer el aire atrapado en el tórax, o incluso cirugía en situaciones críticas.
Para minimizar el riesgo de barotrauma por compresión, especialmente en actividades de buceo o vuelos frecuentes, se recomiendan las siguientes prácticas:
Entrenamiento adecuado en buceo: Aprender técnicas de compensación de presión para evitar la compresión en los pulmones y los oídos durante el descenso.
Uso de descongestionantes: En caso de congestión nasal, el uso de descongestionantes antes de bucear o volar puede ayudar a mantener los senos y oídos despejados.
Evitar cambios bruscos de presión: Durante vuelos o buceo, ascender y descender de forma gradual permite al cuerpo adaptarse a los cambios de presión.
Consulta médica previa: Aquellos con problemas respiratorios o de oído deben consultar a un médico antes de participar en actividades que impliquen cambios de presión, ya que podrían ser más vulnerables al barotrauma.
El barotrauma por compresión es una afección que puede prevenirse con las técnicas adecuadas y un buen conocimiento sobre los efectos de los cambios de presión en el cuerpo. Si bien es común en actividades como el buceo y el vuelo, la implementación de medidas preventivas y la intervención temprana pueden reducir significativamente el riesgo de daño permanente.