Líquido inflamable: "Es cualquier sustancia que tenga presión de vapor igual o menor a 2 068.6 mm de Hg, a 20°C, una fluidez mayor a 300 en asfalto, y una temperatura de inflamación menor a 37.8°C, entre otros, barnices, lacas, gasolina, tolueno y pinturas a base de disolventes."
Un líquido inflamable es una sustancia líquida que tiene la capacidad de encenderse y quemarse cuando entra en contacto con una fuente de ignición, como una chispa, una llama abierta, el calor o una superficie caliente. Estos líquidos son altamente volátiles y emiten vapores inflamables que pueden arder en condiciones adecuadas. Los líquidos inflamables son una categoría importante de materiales peligrosos y se utilizan en una variedad de aplicaciones industriales y comerciales.
Algunos ejemplos de líquidos inflamables incluyen:
Gasolina: La gasolina es uno de los líquidos inflamables más conocidos y se utiliza como combustible para vehículos de motor.
Etanol: El etanol es un alcohol que se utiliza como aditivo en la gasolina y como combustible en motores flexibles. Es altamente inflamable.
Metanol: El metanol es otro alcohol que se utiliza como combustible y en la fabricación de productos químicos. Es altamente inflamable y tóxico.
Queroseno: El queroseno es un líquido inflamable utilizado en lámparas, calefacción y motores a reacción de aviones.
Aceite de calefacción: El aceite de calefacción es un líquido inflamable utilizado en sistemas de calefacción residenciales y comerciales.
Éter de petróleo: El éter de petróleo es un líquido inflamable que se utiliza en laboratorios, especialmente como solvente.
Disolventes orgánicos: Varios disolventes orgánicos, como el tolueno y la acetona, son líquidos inflamables y se utilizan en aplicaciones industriales y de limpieza.
Aceites y lubricantes inflamables: Algunos aceites y lubricantes utilizados en motores y maquinaria también pueden ser inflamables.
Es importante tener en cuenta que los líquidos inflamables representan un riesgo significativo de incendio y explosión, por lo que su manipulación y almacenamiento deben llevarse a cabo siguiendo protocolos de seguridad rigurosos. Las áreas donde se almacenan o utilizan líquidos inflamables a menudo están sujetas a regulaciones específicas de seguridad contra incendios y deben cumplir con las normativas locales y nacionales. Además, el transporte de líquidos inflamables está regulado y requiere precauciones adicionales para garantizar la seguridad durante el transporte.